lunes, 10 de septiembre de 2012

Pautas para superar el miedo a la oscuridad

Pautas para superar el miedo a la oscuridad- El psicólogo infantil debe elaborar junto con el niño/a una jerarquía de miedos donde se gradúe la intensidad del malestar que provoca cada situación al niño. Emplear miedómetros.
- Se debe utilizar la imaginación cuando el niño no quiere aproximarse a las situaciones de oscuridad que le dan miedo, creando relatos con personajes conocidos y situaciones tranquilizadoras (una playa, un campo de trigo, etc).
- Cuando los niños son muy pequeños el psicólogo infantil puede utilizar escenificaciones de las situaciones de afrontamiento, con disfraces de sus personajes favoritos.
- También se pueden utilizar vídeos, fotografías, y material audiovisual que facilite la credibilidad y aumente la viveza del relato o la escenificación.
- Cuando sea posible utilizar modelos que sienten el mismo miedo a la oscuridad que el niño y ver cómo lo afrontan. Pueden ser hermanos o amigos y emplearse grabaciones en vídeo de otros niños o personajes que superan el miedo a la oscuridad.
- El psicólogo infantil deberá dar información al pequeño sobre la ausencia de peligro al permanecer en un lugar oscuro (¡siempre que sea cierto!).
- También debe dar instrucciones al niño sobre cómo debe actuar cuando se encuentra a oscuras: caminar despacio, con las manos extendidas para poder tocar los objetos cercanos y no tropezarse, etc.
- Repetir frases que motiven al niño a la hora de acercarse a la oscuridad como "eres un valiente", "puedes hacerlo", etc.
- Preparar al niño/a antes de acercarse a la escena oscura empleando la relajación infantil cuando se encuentre muy nervioso. Será necesario entrenarle previamente para que pueda relajarse cuando lo necesite.
- Para dar mayor tranquilidad al niño el psicólogo infantil puede utilizar elementos de seguridad como proporcionarle una pequeña linterna que lleve consigo en la situación de oscuridad, o una luz tenue que permanezca encendida.
- Inventar juegos que resulten atractivos a los pequeños para facilitar que se acerquen a la situación de oscuridad. Por ejemplo, el escondite de los valientes, donde los/as niños/as reciben premios (elogio verbal, cromos...) por encontrar sitios oscuros.
- Tratar de generar en el niño/a emociones diferentes al miedo e incompatibles con este como pueden ser la alegría o el enfado, o la sensación de seguridad de estar con personas que le protegen. Algunas veces también se emplea la comida para provocar reacciones contrarias al miedo.
- El psicólogo infantil puede enseñar al niño mediante un entrenamiento a decirse a sí mismo mensajes positivos (autoinstrucciones de afrontamiento) como "soy un valiente", "yo puedo hacerlo" o incluso "la oscuridad es un lugar divertido". Estos mensajes serán diferentes en función del momento de exposición: preparándose para acercarse deberá decirse a sí mismo mensajes como "ya sé cómo relajarme"; cuando se encuentra en la escena que le da miedo puede decir "este lugar oscuro no es peligroso, muchos niños se van a dormir a oscuras y no les pasa nada"; después de afrontar la situación puede decirse a sí mismo mensajes de ánimo como "¡he podido hacerlo yo solo!" o "no era para tanto", "tengo que contárselo a mamá".
- Una vez hemos logrado que el pequeño se acerque a la situación de oscuridad y supere su miedo, el psicólogo infantil puede proponerle un sobreaprendizaje mediante juegos. Por ejemplo, le pedimos que permanezca en una habitación oscura durante un tiempo determinado. Mientras se encuentra dentro, le damos mensajes de ánimo del tipo "llevas ya 5 minutos", "sólo tienes que continuar un poco más". Cuando decide finalizar, tanto por sí mismo como si ha transcurrido el tiempo acordado, se le felicita enérgicamente "¡eres un campeón!" e incluso se le dan premios acordados previamente como cromos, chucherías, etc. También se pueden utilizar puntos intercambiables por premios (golosinas, pegatinas, etc).

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